19/05/2017 | La SECPRE pide la creación de Unidades de Micropigmentación de Areola y Pezón integradas en los servicios de Cirugía Plástica de los hospitales públicos
El pasado martes 16 de mayo, la Comisión de Sanidad y Servicios Sociales del Congreso de los Diputados aprobó, por unanimidad de todos los grupos parlamentarios, una proposición no de ley para que se incluya en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud la micropigmentación de areola y pezón de las mujeres a las que, tras una mastectomía por cáncer de mama, se les reconstruye el pecho en los hospitales públicos.
La Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) expresa su satisfacción por la proposición, ya que -en palabras de su presidente, el Dr. Carlos del Cacho-, “la micropigmentación de areola y pezón, que ya realizan por propia iniciativa unos pocos hospitales públicos, constituye el necesario punto final de la reconstrucción mamaria y ésta reporta a las pacientes unos evidentes beneficios psicosociales, emocionales y en su calidad de vida”.
La SECPRE pide que, para hacer efectiva la proposición no de ley y que ésta contribuya a optimizar la atención a las pacientes, se dote de Unidades de Micropigmentación de Areola y Pezón a los servicios de Cirugía Plástica de los hospitales públicos con mayor volumen de reconstrucciones, de forma que puedan aplicar esta técnica a sus pacientes o a las de otros hospitales que se las deriven.
Por ello, celebra también que la proposición no de ley incluya una petición para que los centros sanitarios remitan periódicamente al Ministerio de Sanidad los indicadores sobre los tratamientos de cáncer de mama, incluyendo el número de mastectomías realizadas en cada uno de ellos, el porcentaje de las mismas que acaban en reconstrucción y el número de micropigmentaciones.
“Es una buena noticia porque, a día de hoy, no existen tales estadísticas agregadas, fundamentales para el mejor abordaje integral del cáncer de mama, y tenemos que trabajar con nuestras propias estimaciones”, comenta la Dra. Ana Jiménez, secretaria general de la SECPRE. Según estas estimaciones, de la media de 25.000 mujeres a las que cada año se diagnostica cáncer de mama en España, en torno al 64% (unas 16.000) acaban siendo sometidas a una mastectomía. De ellas, sólo al 28% se les reconstruyen las mamas, lo que arroja una cifra de 4.500 pacientes, de las que únicamente a entre el 30% y el 40% se les practica la micropigmentación de areola y pezón.
Los cirujanos plásticos españoles recuerdan asimismo el derecho de las pacientes mastectomizadas a la información más exhaustiva sobre las diferentes opciones de reconstrucción, si bien, siempre que esté clínicamente indicada, la SECPRE recomienda la reconstrucción inmediata, es decir, la que tiene lugar en el mismo acto quirúrgico en el que se extirpan las mamas.
La reconstrucción inmediata tiene mayores beneficios psicológicos para las pacientes, que no se ven en ningún momento sin sus mamas, reduce el tiempo de estancia hospitalaria y los costes de ésta, no interfiere con la quimioterapia adyuvante y disminuye el riesgo de linfedema (formación de edemas e hinchazones por la extirpación de los ganglios linfáticos situados en las axilas).
Hay pacientes, no obstante, que deciden no reconstruirse las mamas o a las que sus médicos desestiman tal posibilidad por padecer tumores avanzados o por conllevar su tratamiento algún coadyuvante que la contraindique. La reconstrucción diferida, por su parte, es aconsejable en pacientes cuyo caso requiere de técnicas muy complejas de reconstrucción, que aconsejan retrasarla para no alargar en exceso la intervención, o que presentan problemas médicos asociados, como obesidad o hipertensión graves.
Volviendo a la micropigmentación de areola y pezón, la Dra. Ana Jiménez explica los tiempos quirúrgicos necesarios para llegar a ella, ya que, “con independencia de que la intervención de reconstrucción mamaria sea inmediata o diferida y de que se realice con colgajos o expansor, suele seguirle una segunda operación en la que se sustituye ese expansor usado en la primera por una prótesis y se procede a la simetrización de las mamas mediante técnicas de elevación, reducción o aumento”.
“En la mayoría de los casos, en esta segunda intervención –continúa-, no se practica aún la reconstrucción del pezón, ya que es conveniente que transcurra un tiempo para que las mamas caigan de forma natural y se estabilice el resultado. La pauta mayoritaria es dejar pasar unos tres meses antes de que el cirujano plástico reconstruya el pezón, utilizando colgajos de tejidos del pecho de la paciente y anestesia local, y, a partir de ahí, otros tres meses para proceder a la micropigmentación”.
La SECPRE considera, finalmente, que la micropigmentación han de aplicarla profesionales especializados en ella y que el lugar para hacerlo es un entorno sanitario, pues la zona a intervenir, el pecho, ha sido objeto de una cirugía previa. Además, el cirujano plástico será quien deba valorar previamente si está aconsejada en la paciente; para ello, realizará una prueba para la prevención de posibles alergias a los pigmentos usados para colorear la areola y el pezón.
La micropigmentación es la realización de un tatuaje que, a diferencia de los habituales, se hace a menor profundidad de la piel y usando una pomada anestésica. Los tonos empleados son marrones y rojizos para imitar el color de la otra areola o, en caso de haberse extirpado y reconstruido las dos mamas, buscar un resultado armónico con la piel de la paciente. Pasado un año desde la realización de la micropigmentación, es frecuente volver a citar a la paciente por el posible aclarado del dibujo y la necesidad de un retoque.